jueves, 17 de enero de 2008

Todo comenzó...

... cuando un magnífico día alguno de los del grupo pensó que sería buena idea dejar el colegio mayor. Que si aquí no nos entienden, que si Eusebio de los webos, que si esto, que si lo otro, que si la abuela fuma... Y yo, en plan no ya borreguil, más bien jodido, me busqué la ruina. El colegio sin amigos es como jugar al parchís solo, es decir, bien aburrido y sin mucho sentido. Además yo soy bastante exigente, no me gustan los novatos que sólo dicen chorradas y los niñatos que frecuentaban, y supongo frecuentan, el colegio mayor. Así que ni corto ni perezoso me busqué con quien irme del colegio. Con dos niñas, compañeras de clase xa más inri. Y ahí empezó todo.
(mañana más!)

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