martes, 29 de abril de 2008

Y tampoco es eso...

...ni que todo fuera malo. Además ya va haciendose uno mayor y el tiempo pasa inexorable. Y ya cada vez me acuerdo de menos, porque soy un poco gilipoyas, y un nada rencoroso, y así me ves que me va la vida de vez en cuando. Pero estábamos con Borrgu. Y es que tenía unas cosas mu raras. De hecho, tenía bastante emperro en que el acto de limpiar el baño fuera conjunto. Sí hamijos, lo de limpiar el lavabo, el váter y tal. A la vez. En menos de 5 metros cuadrados. Ya. Que si no, como que no se sentía a gusto. Debe ser que le daba miedo o algo. De toas maneras las cosas vinieron tb por la manía que teníamos de ser diferentes. No sé si es que soy raro /lo cual es posible/ o qué pasa, pero la gente está como las cabras. Este bendito hombre tenía la manía de ser agarrao con algunas cosas, y no es que yo sea espléndido en todo, pero creo que hay cosas que no merecen la pena. Pues por discutir discutíamos acerca de qué pan comprar. Y eso que el que compraba era siempre yo. Pues nada.
¡Qué no le gustaban los bollos del Polvillo! ¡Qué mejor estaban las andaluzas!
Y así hasta que le robaron la bici. MI bici. Recién comprada. Pero esa es otra historia...